Cambiando Imagen

Antes que nada quiero pediros perdón por varios motivos. El primero es que esta tarde y por unos minutos el blog estuvo cerrado por motivos obvios de cambio de imagen. En segundo lugar, porque aunque viene siendo costumbre el fin de semana no actualizo y los viernes suele haber actualización segura, esta entrada era la que iba aparecer ayer en el blog, pero como no pude actualizar porque el jueves me encontraba realmente mal (estoy con gripe) y no pude ponerme ni quince minutos a actualizar la plantilla del blog como era mi intención desde principios de semana (de hecho ahora mismo estoy escribiendo esto con fiebre). En último lugar, también quiero pedir perdón a los blogs a los que soy asidua por no pasarme por ellos, si entre hoy y mañana me encuentro mejor espero ponerme al día con algunas de las entradas. Y hasta aquí todo el royo y empiezo con la entrada que ya había dejado escrita.

En Diciembre cambié la imagen del blog para que sintonizase con las fiestas, la navidad, el invierno, el frío y la nieve. Este mes la vuelvo a cambiar y aunque no sintoniza del todo con la época del año, he decidido sintonizar la imagen del blog con un aire más romanticón. Al fin y al cabo Febrero es el mes del amor (aunque yo soy de las que piensan que el mes del amor no existe y que son todos, los 12 meses del año).

En fin, que como me apetecía cambiar la imagen, porque ya estaba aburrida de la anterior (aunque me gustaba mucho), pues me he decidido por esa imagen más privameral de dos adolescentes (a mí me lo parecen) teniendo una cita y unos colores más cálidos.

La verdad es que me gustaba mucho la otra versión y creo que la echaré de menos, esta versión también me gusta, pero hay algo que no me termina de convencer (el fondo, así que seguramente lo acabe cambiando).

Por cierto, el otro día me estaba haciendo una especie de Book Jar, una idea que he visto en varios blogs para organizar las lecturas y que visto lo visto entre los libros que tengo en el e-book y en las estanterías, me he dado cuenta (asustándome bastante) que tengo unos 100 libros pendientes (o más). En todo caso he decidido solamente poner unos cincuenta que son los libros a los que les tengo más ganas y cuando baje bastante la cantidad de papelitos añadiré el resto.

El caso es que he decidido unirme a esta especie de moda, aunque no voy a hacer vídeos como la mayoría de gente hace con esta sección (no soy de hacer vídeos y nunca los haré, principalmente porque no me gusta mi voz grabada xD, aunque eso del Document Your Live me hace gracia, si mi vida fuese más interesante los haría).

Mi Book Jar no es un jarro como en la mayoría de casos, básicamente porque todos mis jarros están llenos y en la cocina. Hace un tiempo una amiga me regaló una taza de desayuno de las Gorjuss (me encantan esas muñequitas), y como la caja era tan mona decidí no tirarla, y tras tenerla acumulando polvo sin saber que utilidad darle finalmente se ha convertido en mi Book Jar.

En mi afán de meter libros en ella, me he puesto a meter todos los libros de las sagas que tengo pendientes (ya sea por leer o releer) y no he pensado que a lo mejor saco un libro y los anteriores no los he leído, por lo que ahí he decidido ir en orden. Por ejemplo si me sale Harry Potter y El Cáliz de Fuego como todavía no he releído Harry Potter y la Cámara Secreta pues escogeré este último, y cuando este título salga del Book Jar entonces leeré el que tenga que leer (que bien me explico, sí señor). Mucha gente hace los papelitos con hojas de colores, pero como lo que tenía más a mano era las de la impresora de momento son todas blancas.

Aún no sé como me va a ir con esto del "jarrón" y si lo voy a cumplir al pie de la letra, es decir que si hay un libro que he adquirido que quiera leer a la de ya (estoy pensando en Leal y Opal si me lo compro ya, pensaba hacerlo esta semana... puta gripe), pues le daré prioridad, pero a veces estoy tan saturada que tardo un día en decidir cual será el próximo libro, así que creo que el Book Jar será la solución para este dilema.

Y hasta aquí mi testamento, lo digo por si no sobrevivo a esta gripe que tenéis el honor de asistir a la primera gripe de mi historia que yo recuerde (y tengo 26 años, casi  27).